lunes, 30 de mayo de 2011

Llamamiento a los pueblos de Colombia y el mundo a organizar el Congreso Nacional de Tierras

Escrito por Congreso Nacional Tierras, Territorios y Soberanías



Llegamos con la responsabilidad delegada por nuestras comunidades y procesos de persistir en la construcción de alternativas frente a las críticas condiciones de vida de colombianos y colombianas en campos y ciudades, con la necesidad de generar procesos que lleven la voz de los excluidos y excluidas, de quienes no tienen voz, y que permitan que las propuestas de país gestadas desde las comunidades y procesos populares puedan ser escuchadas y construidas a través de mandatos y cabildos por las grandes mayorías.

Hacemos parte del renovado proceso de luchas sociales, donde la tierra, el agua, el territorio, nuestros bienes comunes (minerales, bosques, biodiversidad, educación, salud, etc.), la soberanía alimentaria y energética, y la autonomía de comunidades campesinas, indígenas, afrocolombianas, pescadoras, agromineras, trabajadoras y urbanas van tomando cada vez más fuerza. Somos parte de múltiples procesos de movilización, acompañados por esfuerzos de confluencia de diversos movimientos como el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado –MOVICE, Movimiento Nacional en Defensa del Agua y de la Vida, Marcha Nacional de Mujeres Campesinas, la Red Colombiana Frente a La Gran Minería Transnacional-RECLAME, El Congreso Nacional de Los Pueblos y la Minga de Resistencia Social y Comunitaria, entre otras.

Nos hemos ido encontrando bajo la necesidad histórica que exige escenarios de unidad popular en pro de una solución política negociada al Conflicto Social y Armado que vive nuestro país, de la reivindicación de los Derechos políticos, sociales, económicos, culturales y ambientales y su exigibilidad frente al Estado, de la lucha por la tierra, la vida y la permanencia en los territorios, y sobre todo de la necesidad de construir propuestas alternativas al proyecto de muerte que nos han impuesto en Colombia. Todas estas apuestas son cada vez más vitales en nuestras dinámicas de movilización y nos exige la organización de agendas conjuntas y de confluencia.

Desde una lectura de los hechos por los cuales estamos atravesando, vemos cómo el despojo de las tierras, de los territorios, del agua, de nuestros derechos y bienes comunes, de nuestros barrios y ciudades, y de nuestras culturas, es una estrategia que el proceso de acumulación del capital desarrolla a nivel mundial. Por esto, queremos profundizar nuestro hermanamiento para la lucha con los pueblos del mundo.

Dicha estrategia de despojo sufrida por el pueblo colombiano tiene en las políticas e iniciativas legislativas actuales preocupantes expresiones donde el capital financiero y las empresas transnacionales se convierten en sujetos privilegiados por parte del gobierno nacional.

Manifestamos nuestra oposición a las políticas y legislación del Gobierno de Juan Manuel Santos y sus antecesores, que profundizan el despojo y la dependencia de nuestra nación. No existen acciones concretas que permitan que la verdad, la justicia y la reparación integral sean una realidad que garantice los derechos de los millones de víctimas en Colombia. Rechazamos las propuestas de militarización de todas las dimensiones de la sociedad colombiana, así como la continuidad de la guerra en nuestras tierras y territorios.
Consideramos que los diferentes espacios a los que el gobierno ha convocado expresiones sociales, no son para dar solución alguna a las problemáticas del pueblo colombiano, son una simulación de la participación que tiene como propósito la cooptación y la fragmentación de los movimientos sociales y populares.

Convocamos a realizar el Congreso Nacional de Tierras, Territorios y Soberanías como un momento importante en la confluencia de los movimientos sociales, políticos y populares en Colombia. Este escenario debe ser amplio y unitario, que permita la deliberación y construcción de mandatos desde las comunidades frente a la tierra, el territorio y las soberanías de los pueblos. Esta deliberación deberá construir y decidir propuestas alternativas, un mandato de permanencia en nuestras tierras y territorios, y una legislación propia sobre nuestros bienes comunes en armonía con la naturaleza, la vida y la soberanía popular.
Este congreso fortalecerá la construcción de propuestas de país desde el pueblo colombiano; confrontará el modelo de desarrollo expresado en la agenda legislativa y política del actual gobierno; articulará las luchas del movimiento social y popular como una construcción desde la base; reconocerá y recogerá los acumulados, agendas y procesos sociales, visibilizándolos y potenciando las luchas. LLAMAMOS y convocamos a comunidades, procesos sociales, políticos y a ciudadanos y ciudadanas colombianos y del mundo a articularnos en la lucha y propuesta, por los derechos de las comunidades campesinas, indígenas, afrodescendientes, pescadoras, agromineras, trabajadoras y urbanas; contra la extranjerización de la tierra y por la defensa de la madre tierra.

La construcción del Congreso tendrá una agenda de preparación en escenarios de articulación regional y nacional. En Septiembre nos encontraremos en la ciudad de Cali (departamento del Valle del Cauca) para deliberar, decidir y legislar en torno a nuestras tierras, territorios y soberanías. Marcharemos hacia Cajamarca (Tolima) donde haremos públicos los mandatos.

TODOS Y TODAS AL CONGRESO NACIONAL DE TIERRAS, TERRITORIOS Y SOBERANÍAS…

Convocan: Congreso de los Pueblos Minga de Resistencia Social y Comunitaria Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado Red Colombiana frente a la Gran Minería Transnacional

viernes, 27 de mayo de 2011

Mucho cuidado que...

La palabra sigue caminando por el Sur de Bolívar

El Consejo Permanente Caminando la Palabra Hacia un Nuevo Sur de Bolívar, continua avanzando, construyendo, sumando voces y esperanzas a pesar del señalamiento y estigmatización de quienes se sienten incómodos con esta propuesta que busca darle voz a los que nunca la han tenido, a quienes creen que las propuestas de desarrollo deben ser elaboradas por los pobladores rurales y urbanos que históricamente han estado marginados del ejercicio del poder entendido este no solo como la coyuntura electoral sino como una propuesta de desarrollo integral donde estos sean sujetos constructores de su destino, que en otras palabras para ellos es la vida digna y la permanencia en el territorio.

jueves, 26 de mayo de 2011

Historia de un descarrile anunciado

Colombia se precia de tener regulación ambiental de sus recursos naturales desde la década de 1970. Diferentes normas han ido reservando suelo para usos protegidos: parques y reservas naturales, páramos y nacederos de agua, resguardos indígenas, entre otros. Sin embargo, a la hora de autorizar solicitudes de exploración minera no se excluyen explícitamente todas las áreas protegidas de las posibles áreas de exploración. Los usos reservados del suelo, por lo tanto, no tienen efecto regulatorio real sobre la exploración minera.

A esa libertad de áreas se suma que para iniciarse como cazador de fortuna minera no se exigen grandes requisitos. Cualquiera con la cédula y unos 100 dólares por hectárea puede hacer una solicitud de exploración. Mucho menos de lo que exigen en un banco para autorizar una tarjeta de crédito. Lo único que realmente verifica Ingeominas es que no se crucen diferentes solicitudes sobre un mismo terreno.

Siendo tan fácil que autoricen una solicitud de exploración, uno espera que sea igualmente fácil encontrar los datos de los afortunados autorizados. No es así. Consultar el catastro minero en la página web de Ingeominas requiere dotes de guaquero: temeridad, paciencia y profundidad para llegar al menos al nombre, cédula, ubicación y fecha de expedición de los afortunados concesionarios. Lo obvio sería que esa información estuviera en una base de datos pública, georeferenciada y descargable. Pero, ¿para qué hacer las cosas fáciles si se pueden hacer difíciles? Además, la dificultad tiene el encanto de facilitar la manipulación, venta y reventa de información sobre cuál terreno tiene o podría tener permiso de exploración y el estado en que se encuentra. El tráfico de información en Ingeominas no tiene nada que envidiarle al tráfico inmobiliario en la Dirección Nacional de Estupefacientes.

Con ese cuidadoso procedimiento y riguroso diseño institucional arranca la fase de exploración de la locomotora minera. Pero como se temía que semejante rigurosidad procedimental, y el modesto valor de los comodities en el mercado internacional, pudiera espantar la confianza minera, el gobierno le echó un empujoncito regalándole una reducción de impuestos. La receta funcionó y la locomotora arrancó con bríos. Cuando Álvaro Uribe llegó al gobierno en 2002 1,1 millones de hectáreas tenían título minero, en 2006 se pasó a 1,9 millones y en 2009 se llegó a 8,4 millones de hectáreas. Un modesto crecimiento del 600%.

La fase de exploración, claro está, se basa en la confianza y la expectativa, no requiere licencia ambiental. Con ese incómodo paso se entienden después. Cuando toda la jauría de caza fortunas está desatada, título minero en mano, mostrándole los dientes, y la billetera, a los funcionarios, las comunidades y el gobierno.

En ese equilibrado contexto, unos técnicos ambientales deben valorar la viabilidad de los proyectos mineros y las comunidades empiezan a medio enterarse de lo que les viene pierna arriba. No es por lo tanto una sorpresa que el valeroso ejemplo de movilización ciudadana santandereana que logró detener, por ahora, la explotación minera en el páramo de Santurbán sea más una quijotesca excepción que una regla general.

El sentido común, la mínima lógica institucional y la enorme evidencia circunstancial dejan en evidencia que la locomotora minera está descarrilada y produciendo todo menos desarrollo sostenible y prosperidad democrática. Los únicos que parecen no darse por enterados son los maquinistas, la Ministra de Ambiente y el Ministro de Minas.

Claudia Lopez
lasillavacia.com

miércoles, 25 de mayo de 2011

Cartografía megaproyectos mineros de Colombia

Compartimos la presentación elaborada en el Encuentro Acción Colectiva y Megaproyectos Mineros.

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La Llanada, la 'tercera vía' en minería

Allá donde no hay nada, era como le decían a La Llanada. No había una tienda ni para tomarse un tinto, las casas eran de tapia, los techos de barro. No había agua, ni luz ni Internet. Había oro.

En 1995, el 58 por ciento de la población de este municipio nariñense de 6 mil habitantes estaba sumida en la pobreza. Según el censo de 2005, el índice de necesidades básicas insatisfechas (NBI) era del 36 por ciento. Y en un mapa que al gobernador Antonio Navarro le gusta mostrar a los visitantes, La Llanada es un mancha blanca rodeada de un mar de negro de municipios cocaleros.
En La Llanada no hay coca, no hay homicidios, no hay bandas criminales, no hay prostitución. Hay casas de ladrillo, calles pavimentadas, agua, luz, e Internet. Empleo. Y hay oro.

La Llanada es un ejemplo de una ‘tercera vía’ en la minería. Aquella que cabe entre los dos extremos planteados por el gobierno y por las multinacionales a raíz del debate sobre la licencia para explotar el páramo de Santurbán: el de la minería ilegal y el de la minería a gran escala explotada por las multinacionales. En La Llanada, la explotación es a pequeña escala, comunitaria y sostenible.
Es un modelo que nació allí pero que se está replicando en otros municipios vecinos de Nariño como Andes Sotomayor y Samaniego. Y que demuestra las potencialidades que tiene la minería artesanal si se tecnifica y también el impacto negativo de las medidas del gobierno sobre la pequeña minería en su esfuerzo por formalizar la explotación de minerales


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Juanita León
lasillavacia.com

martes, 24 de mayo de 2011

A propósito del invierno...

El Parque Natural Tatamá: ¿en la mira de la minería?

El Parque Nacional Natural Tatamá es una reserva ecológica en los límites de Chocó y Risaralda que hace parte de la red nacional de parques naturales de Colombia. Tiene 51.900 hectáreas, de las cuales el 90% se encuentra en excelente estado de conservación. Es también una estrella hidrográfica que alimenta los ríos Cauca y San Juan, entre otros. El parque es un área de confluencia 9 municipios de los departamentos de Chocó, Risaralda y Valle. 

Según el  Plan de Manejo del parque, Tatamá tiene “amplia diversidad biológica y ecosistémica soportada en la diversidad de hábitat y accidentes topográficos, lo cual es más marcado en la vertiente occidental”. La vertiente occidental del parque es la zona selvática chocoana, un área que “posibilita la conexión de hábitat para la permanencia de flujos y de poblaciones viables de mamíferos, aves y flora procedentes de las tierras bajas de selvas húmedas del Chocó y las selvas andinas de la cordillera occidental”. 

Sin embargo, a pesar de la relevancia de este parque, en la página oficial de Parques Nacionales Naturales de Colombia no aparece su mapa, como si sucede con otros parques. Al observar la cartografía básica publicada en el año 2010 -obtenida informalmente gracias a un técnico de la unidad-, se encuentra una notoria diferencia con el trazado que muchos ambientalistas habían conocido del Parque. La región occidental, que cubría en el departamento del Chocó aproximadamente 10 mil hectáreas de la zona occidental, en el límite entre Condoto y San José del Palmar, ya no hacen parte del mapa oficial.


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lasillavacia.com

lunes, 23 de mayo de 2011

La voz de las minorías

La caída del código minero, que según la Corte Constitucional no fue consultado con las comunidades indígenas, abre un debate sobre la conveniencia y efectos del requisito de la consulta previa. ¿Se podría caer la ley de víctimas por la misma razón?


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El 'Avatar' colombiano

Leonardo Rodríguez Makuna está convencido de que el día en que los mineros pisen el chorro de La Libertad será el fin de su etnia. Para ellos, esa caída de agua es la fuente de la vida. Es un territorio intocable. A este líder indígena del Vaupés no le cabe duda de que con los extranjeros llegará la cerveza, la deforestación, el dinero fácil, la muerte de la cultura. "Todos los indígenas que se metieron con el oro hoy están extintos. El oro es el reflejo de la luz en la tierra, es tan sagrado que es mejor dejarlo quieto", advierte sentado en una casa a orillas del río Apaporis, mientras cuadra en qué canoa podrá llegar al debate en que 300 indígenas de la región discutirán este dilema. "Igual, como están las cosas ahora, ya comenzamos a morir". A lo que Leonardo se refiere con "ahora" es al conflicto que desde hace tres años tiene enfrentados a 1.200 indígenas ancestrales, al sistema estatal de protección del medio ambiente y a Cosigo, una empresa minera canadiense que quiere asentarse en la región de ese lugar sagrado que hoy es parque natural. Esta batalla, que juega su último round en la Corte Constitucional pero que está sucediendo en un punto perdido en la mitad de la selva, en los límites del departamento del Amazonas con el Vaupés, significa todo para 19 comunidades indígenas dueñas de ese territorio, según registros arqueológicos, desde hace casi diez mil años.

Comida a precio de oro

La disparada de los precios de los alimentos tiene a 1.000 millones de personas con hambre en el mundo, como resultado de un modelo agrario inviable. Ha causado rebeliones populares y pone a Colombia ante duras disyuntivas.

viernes, 20 de mayo de 2011

Mayo 21, Día de la Afrocolombianidad

Como cada año, el próximo 21 de mayo se celebrará el Día de la Afrocolombianidad con eventos alrededor del país. Pero poco se sabe sobre el significado histórico de esa fecha. La razón de la conmemoración es el aniversario de la abolición de la esclavitud, ordenada por la Ley 2 del 21 de mayo de 1851.

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jueves, 19 de mayo de 2011

Entre la ciénaga y el cielo...

La nueva quimera del oro

Por: Gustavo Gallón

Potosí fue un emporio y hoy es insignificante. Popayán, guardadas proporciones, igual.
Una y otra apostaron por la explotación intensiva de las minas: plata en el Cerro Rico de Potosí y oro en las posesiones de Belalcázar. El modelo de desarrollo basado en la extracción intensiva de metales preciosos, acompañado del despojo de las tierras indígenas, del asesinato y el sometimiento de los nativos y de la mano de obra esclava africana, caracterizó la empresa conquistadora y de la colonia. El resultado no podría ser peor: hasta quienes se enriquecieron entonces son pobres hoy, cuando no decadentes.
El Gobierno parece apostar de nuevo, 500 años después, por un modelo de desarrollo basado en la minería. Las autoridades hablan con desenfado de la promoción de la inversión extranjera en minas como una de las “locomotoras”. Y eso que el ministro de Minas reconoce, ante las tragedias ocurridas noche tras día, que el Estado no puede controlar el fenómeno: hay 16 funcionarios en Ingeominas para supervisar 6.000 minas.

La mayoría de estas minas se encuentran en territorios de comunidades indígenas o afrodescendientes. Por ello, la Corte Constitucional acaba de declarar inconstitucional el nuevo código de minas, adoptado mediante la ley 1382, pues no fue sometido a consulta previa de dichas comunidades. La consulta previa está prevista en la Constitución (art. 330) y también en el Convenio 169 de la OIT como un requisito sustancial para adelantar acciones que puedan afectar los derechos de estas poblaciones.

Además, la Corte también ha suspendido recientemente la concesión que Ingeominas había conferido a un particular para adelantar un proyecto minero en el corregimiento de La Toma, del municipio de Suárez (Cauca). En ambos casos, que son dos decisiones diferentes, la Corte ordenó que se realice consulta previa, tanto en relación con la regulación general del tema de minas, como con la explotación de la mina en La Toma.

La Corte está enviando al Gobierno, al Congreso y a la sociedad un mensaje consistente: las decisiones que puedan afectar los derechos de poblaciones indígenas o afrocolombianas deben ser consultadas previamente con las comunidades que legítimamente las representen. Así lo ha hecho con el Estatuto de Desarrollo Rural, que fue declarado inconstitucional por tal motivo, como con la carretera que se proyecta pasar por los resguardos de Chidima y Pescadito en Urabá. Y así lo puede seguir haciendo con proyectos importantes, como la ley de víctimas, pronta a aprobarse, en relación con la cual el Gobierno ha pactado con las comunidades una consulta posterior.

La consulta previa puede preservar, además de los derechos de indígenas y afrocolombianos, los del conjunto de la población colombiana frente al descabellado propósito de regresar al modelo de los conquistadores de explotar al máximo, o vender al más exitoso empresario, la extracción de minerales preciosos de “nuestras ricas montañas”, como dice el conocido bambuco, para que efectivamente esas montañas sigan siendo nuestras y sigan siendo ricas.

*Director Comisión Colombiana de Juristas, www.coljuristas.org.

El Espectador


martes, 17 de mayo de 2011

Puerto Nuevo. Cantagallo

Una mirada con humor a nuestra amarga realidad






Consejo Permanente Caminando la Palabra Hacia un Nuevo Sur de Bolívar.

Un saludo cargado de solidaridad y esperanza hacia la construcción de condiciones de vida digna para todos los pobladores del Sur de Bolívar. El Consejo Permanente Caminando la Palabra Hacia un Nuevo Sur de Bolívar quiere hacer un llamado a la comunidad agrominera, campesina, pescadora, comerciante, transportadora y a todos los habitantes de este hermoso territorio del Sur de Bolívar, para que nos encontremos nuevamente con el propósito de tejer las condiciones necesarias para seguir viviendo en esta tierra que nos ha dado la posibilidad de crecer y edificar familia.


El propósito de los encuentros es reconocer e intercambiar nuestras experiencias de vida y lucha en defensa del territorio que hemos adelantado a lo largo de muchos años. Un ejemplo de ello, es el Plan de Desarrollo y de Protección Integral de los Derechos Humanos del Magdalena Medio que elaboramos en el año 96 y 98, y que el gobierno nacional desconoció. A partir de esta realidad proponemos retomar, elaborar y llevar a la práctica las propuestas municipales y regionales que nos permitan ser autónomos en nuestra vida en comunidad.


Esta iniciativa está articulada a la dinámica nacional que varios sectores populares de Colombia vienen adelantando en la Minga y Congreso de los Pueblos en diferentes regiones del país. El objetivo es comenzar desde abajo, desde la vereda para luego encontrarnos a nivel regional y nacional, y proponer el país que queremos, donde todos quepamos, donde no exista exclusión, desigualdad, donde tengamos trabajo, educación y salud de calidad para la vida, donde desarrollemos nuestros proyectos productivos que nos generen bienestar y felicidad que no es más que permanecer en el territorio viviendo con dignidad.

ASOCIACIÓN DE FAMILIAS CAMPESINAS DEL SUR DE BOLÍVAR. AFCSB






No hay algo más importante para alcanzar la libertad que luchar por ella.

Campesino del Sur de Bolívar

Nacemos como un proceso social que recoge el pensar, el sentir y la propuesta de una mayoría de campesinos y pobladores para defender los derechos de las comunidades del Sur de Bolívar, frente a una política estatal que ha olvidado y estigmatizado a los pobladores de la esta región. Estigmatización que se hace manifiesta en la negación al pleno derecho de participación, organización y decisión , en la negación al ejercicio de la autonomía, buscamos que las comunidades sean reconocidas no solo como ciudadanos con deberes sino con derechos y garantías para el ejercicio de estos, es decir tener una vida digna. Tomamos la iniciativa de organizarnos y tener una representación que busca incidir en los diferentes espacios, sociales, culturales y políticos de Cantagallo, Sur de Bolívar y del país, para ser vistos como sujetos de una propuesta de desarrollo y participación, con sentido de pertenencia, con un proyecto propio de vida, familiar, colectivo y de región con autonomía.

Reconocemos que nuestro andar ha sido lento, mas ha ido llenando las expectativas a aquellos que creen que se puede construir una vida digna, en la que prime el ejercicio de los derechos, haya soberanía alimenticia, en fin, donde se puedan realizar los sueños de territorio. Nos hemos vinculado a las actividades de la Minga, ya que hace un llamado a la unidad no solo al campesino sino a todos los actores sociales para que se construya desde todas las orillas una propuesta que lleve realmente a un país donde quepamos todos "en nuestra Colombia". Así nuestro propósito no es individual, siempre hemos tratado de desarrollar una propuesta integral para todos los campesinos de Colombia.

Las apuestas específicas de la AFCSB son que las comunidades nos arraiguemos en el territorio, tomemos amor por la tierra y que en ella desarrollemos nuestro proyecto de vida de una manera digna e integral, proponemos que se tenga una educación de calidad y acorde a las necesidades de la región, haya atención médica integral y ante todo que tengamos las garantías par que no se nos despoje del territorio.

"POR NUESTROS DERECHOS FUNDAMENTALES TODOS EN MINGA"