martes, 14 de junio de 2011

Un poco de historia...

Una mirada histórica de la región permite ver que ha estado trazada por el conflicto desde la época colonial entre invasores y nativos o la actual por el dominio y control de los recursos y el territorio. Esta ha sido y es una zona de permanente conquista y ampliación de la frontera dinamizada por las oleadas migratorias, por los procesos de expulsión y violencia que se viven en la región y alrededor de esta.

Colonización y Primeros Habitantes

Duarte. 2010, al respecto reseña:

El Sur de Bolívar ha sido poblado como señala Patricia Madariaga “por oleadas colonizadoras de distintas procedencias que se iniciaron desde la conquista” (Archila et al, 2006: 40), pasando por la colonización masiva de la década del 50, el boom de la minas y las migraciones producidas por el incremento del conflicto armado en la mitad de la década del 90.

Los primeros grupos humanos fueron los indígenas Malibués, Tahamies, Guamocoes quienes estuvieron por más de cuatrocientos años en la región y desaparecieron al afrontar la conquista española (Montenegro. 1997. p 216).  Posterior a  ellos llegaron los negros esclavos de África, que formaron sus palenques luego de escapar del dominio imperial.

Los antecedentes históricos de la región son abordados por Viloria. 2009. p 9-10:

El capitán Antonio Lebrija y Maldonado, quien remontando uno de los brazos occidentales del río Magdalena llegó a la ciénaga de Simití en 1537, en donde encontró un poblado indígena que rebautizó con el nombre de San Antonio del Toro de Simití (Badel, 1999)

A principios del siglo XVII Fray Pedro Simón trae noticias de las minas de oro de Simití y Guamocó, esta última ubicada en la serranía de San Lucas, entre los ríos Magdalena y Cauca. Dice Simón que al sur de Simití se encontraban las minas de Guamocó y la ciudad de San Francisco, fundada en 1611 por el capitán Juan Pérez Garavito. La creciente actividad minera hizo necesaria la construcción de un camino entre Simití y Guamocó en 1623 (Salcedo del Villar, 1987: 51). Dice el padre Palacios que en las tres últimas zonas encontró más de cuatrocientas familias de indígenas y libres arrochelados. Sólo en Tiquisio había más cien familias, todos mazamorreros, dedicados a la pequeña minería de oro.

En las primeras décadas del siglo XVII  continuaba la adjudicación de tierras y minas en la región a la vez que se organizaban incursiones militares contra los palenques de negros y fugitivos, en la zona es muy nombrado el palenque de Norosi (hoy municipio). Además de la actividad minera el cultivo de tabaco ocupó un renglón importante en la economía regional. Ya en el siglo XIX la navegación a vapor fue una de las actividades importantes en la región tanto así que contribuyo a la fundación de varias poblaciones rivereñas y que su dinámica comercial estuviera ligada a esta actividad. “El leñateo generado por la navegación a vapor en el Magdalena, las guerras civiles, la minería de oro y las exploraciones petroleras fueron convirtiendo al Magdalena Medio en una zona de colonización” (Viloria. 2009. p 12).

La adjudicación de terrenos baldíos, fue otra forma importante de impulsar la colonización, hecha aproximadamente en el periodo de 1901 a 1931, en el cual se asignaron entre 50.000 y 99.999 hectáreas en los municipios de Simití, San Pablo y Morales (Proyecto Colombia Nunca Más. 2007. cd anexo. p 6).

La actividad petrolera después de 1926 generó grandes expectativas luego de la construcción del oleoducto de las infantas que lleva crudo de Barrancabermeja a Cartagena sirvió “como foco de atracción para que algunas familias santandereanas, boyacenses y costeñas se empezaran a establecer en las poblaciones más sureñas del departamento de Bolívar, lejos de Cartagena pero cerca al centro petrolero de Barrancabermeja” (Viloria. 2009. p 12).

Los proyectos petroleros en Cantagallo se iniciaron en los años 40, estas explotaciones generaron cierto dinamismo de economía de enclave (Ibíd.) lo que atrajo una oleada migratoria, la mayoría de origen rural, procedentes de la costa Caribe, Santander, Antioquia y Boyacá, otro grupo de campesinos llego a la región procedente de las haciendas del bajo Magdalena y de las sabanas de Córdoba y Sucre producto de la expulsión de estas zonas (Otálora. 2006. p 39).

Un hecho característico de estas primeras movilizaciones fue la organización social y comunitaria de la población y la regulación que cumplieron este proceso algunas instituciones (iglesia católica, partidos políticos, empresas del estado, etc.). La población de Cantagallo estuvo muy ligada a la vida política y social de los trabajadores de Barrancabermeja, mientras que en Santa Rosa fue fomentado por la iglesia católica y el de San Pablo estuvo influido por las adscripciones individuales y colectivas al Partido Liberal y a algunos movimientos de izquierda (UNIR, Unión Patriótica)  (Echavarría 2005. p15).

Siguiendo las ideas de Otálora. 2006 y Viloria. 2009, a mediados del siglo XX, llegaron colonos desde los santanderes, Boyacá, Antioquia, Caldas entre otros expulsores como consecuencia de “La Violencia” bipartidista generando procesos de colonización masiva en la región.

La región ha estado marcada a lo largo de su historia por la colonización campesina espontánea o dirigida, la colonización ganadera y la colonización empresarial, lo que ha generado también a lo largo de su historia diversos tipos de conflictos como el agrario, el obrero-patronal, el político institucional y el conflicto social y urbano (Programa por la paz – ACNUR 2001. Citado por Bayona. 2005 p12).

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